El proceso de contratar el seguro adecuado puede resultar un tanto tedioso para las personas que no están tan familiarizadas con este ramo, por ello, contar con la asesoría y acompañamiento de un agente de seguros es de suma importancia. Mucho se pudiera pensar que el agente de seguros solamente se dedica a vender y es el mediador entre el cliente y la aseguradora, pero lo cierto es que su labor va más allá de eso.
La labor del agente de seguros
La función principal del agente de seguros es la de conocer a detalle los diferentes servicios y tipos de póliza que ofrece la compañía aseguradora para la que trabaja ya que esto facilitará el camino a la contratación del seguro. Un buen agente debe poder explicar con facilidad los beneficios, obligaciones, términos, condiciones, exclusiones, coberturas, montos asegurados; así como responder todas las dudas que el usuario pudiera tener.
Asimismo, debe interactuar directamente con el cliente, evaluar su situación familiar, de salud y financiera, con el fin de ofrecerle el producto que mejor se adecue a sus necesidades. Debemos admitir que el tema de los seguros es algo complicado de entender y contar con el asesoramiento de un profesional que esté dispuesto a guiarnos y apoyarnos en todo momento es esencial para elegir la herramienta de protección correcta.
La fidelización es uno de los objetivos más importantes en la relación del agente con sus clientes y esto se logra cumpliendo con algunos aspectos, como atender de forma oportuna las dudas que los usuarios pudieran tener, mostrar disposición para acompañarlos cuando sea necesario hacer uso de su seguro, estar al tanto cuando la póliza esté a punto de vencer, entre otros.
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¿Qué no debe hacer un agente de seguros?
Debido a los intereses que hay de por medio, la labor del agente de seguros implica no solo una responsabilidad profesional sino moral, por lo tanto, una inadecuada actuación por parte del agente podría provocar que los riesgos a los que está expuesto el usuario no sean correctamente cubiertos, o bien, que no sean cubiertos en lo absoluto.
Las buenas prácticas del agente de seguros
Ser agente de seguro es desempeñar una profesión que conlleva muchas responsabilidades y debe cumplir con una serie de requisitos administrativos y legales para poder ejercerla: desde presentar exámenes, obtener una cédula que los acredite ante la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) y conocer las normas que rigen las diferentes instituciones que vigilan el buen funcionamiento de la actividad aseguradora.
Como agente de seguros tienes el deber de mantenerte actualizado para brindar una atención de calidad y calidez a tus clientes. ¡No lo pienses más! Realiza tus consultas en materia de reclamación de seguros en tiempo real en nuestra aplicación móvil Gallbo Connect.
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