¿Qué es la Suma Asegurada y cómo se determina?
La suma asegurada es el monto máximo que una compañía de seguros pagará en caso de un siniestro cubierto por la póliza. Esta cantidad se determina al momento de contratar el seguro y puede aplicarse a diversos tipos de coberturas, como seguros de propiedad, salud, vida o responsabilidad civil.
La forma de calcular la suma asegurada varía según el tipo de seguro y los bienes asegurados, y está compuesta por algunos elementos fundamentales:
El valor del bien asegurado: es el precio en el mercado del bien que se asegura, es decir, lo que cuesta.
El interés asegurable: es la relación económica que tiene el asegurado con el bien protegido en la póliza.
La suma asegurada máxima: es el límite máximo de cobertura establecido en la póliza, es decir, el monto máximo que la aseguradora pagará por un siniestro cubierto.
La suma asegurada alcanzada: es la cantidad real pagada por la aseguradora en caso de un siniestro. Si la suma asegurada alcanzada es inferior a la suma asegurada máxima, significa que aún queda margen de cobertura disponible en la póliza.
Impacto de la Suma Asegurada
Una suma asegurada adecuada es crucial para garantizar una protección financiera efectiva en caso de pérdida o daño, pues una suma asegurada excesiva o “sobreseguro”, puede resultar en el pago de primas más altas, resultando en pérdida de dinero innecesariamente.
Asimismo, elegir una suma asegurada menor puede parecer atractivo a corto plazo, debido a que las primas son más bajas; pero puede tener graves consecuencias a largo plazo, tales como:
Riesgo de Infraseguro: En caso de siniestro, el asegurado puede no recibir una indemnización suficiente para cubrir completamente las pérdidas sufridas.
Limitación de Cobertura: Una suma asegurada incorrecta puede llevar a limitaciones en la cobertura, dejando al asegurado desprotegido en ciertas situaciones.
Exposición a Riesgos: En caso de un evento catastrófico o pérdida grave, la falta de cobertura adecuada puede poner en peligro la estabilidad financiera y la capacidad de recuperación del asegurado.
Ante estas complejidades, es fundamental contar con el asesoramiento de abogados expertos en materia de seguros, pues es importante evaluar cuidadosamente las necesidades individuales, considerar los posibles riesgos y revisar periódicamente la suma asegurada para garantizar una cobertura y una recuperación adecuada en caso de siniestro.
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