Responsabilidad social   |  23 abril, 2021

"Fundación Markoptic es el camino a una vida mejor". Conoce la historia de Wilmar García

Marcela Audelo

Hoy te presentamos la historia de José Wilmar García, quien a sus 21 años sufre la pérdida de su antebrazo izquierdo, a raíz de un accidente laboral.

 

Wilmar, como él mismo se presenta, es un joven colombiano y padre de dos niñas. Con la emoción a flor de piel nos relata cómo ha sido para él atravesar por uno de los momentos más cruciales y que cambiaría su vida por completo.

 

“Trabajaba en una fábrica de arepas, un molino me molió la mano, me la arrancó totalmente, me quedó sirviendo para nada; pero lo más triste de todo es que, a pesar de que trabajaba con gente con mucha plata, me dejaron abandonado. Me abandonaron por completo y de ahí en adelante mi vida cambió, pero tengo dos ángeles que me han ayudado mucho: mis dos hijas”.

 

 “Ellas son mi motivación, son todo para mí”

 

Cargando a cuestas el dolor físico, mental y emocional, consecuencia de aquel terrible accidente, Wilmar encontró en su hogar un refugio del que no salió por mucho tiempo; sin embargo, el amor incondicional de su familia lo impulsó a levantarse y a afrontar sus miedos:

 

“Durante 6 meses no salí de casa porque me daba pena que me vieran así. Las personas no lo hacen de mala intención, pero uno siempre va a ser el centro de atención. Hasta que un día, mi hija me pidió que saliéramos juntos… Me llevó la ropa, me ayudó a vestirme, me tomó de la mano y salimos a la calle. En ese momento entendí que debía superar esto por mi hija”

 

Aunque para algunos pudiera parecer un aspecto secundario, por mucho tiempo, la vestimenta habitual de Wilmar eran las playeras de manga larga, suceso que lo desanimaba pues no se sentía él mismo, pero el temor de salir a la calle mostrando sus brazos era más grande. Hoy, ese miedo y desconfianza han quedado atrás:

 

“Mi objetivo y mi mayor satisfacción, gracias a Fundación Markoptic, fue haber superado el miedo de usar playeras de manga corta, de mostrarme ante la sociedad como soy y de quererme como soy”.

 

 

 
 “Puedo decir que la vida me ha cambiado para bien”

 

Año tras año, Wilmar buscó apoyo en su país, pero la suerte no estuvo de su lado. Su fuerza de voluntad y sus ganas de luchar por una mejor calidad de vida lo llevaron a cruzar fronteras, fue así como encontró a Fundación Markoptic. Sin importar la distancia y las dificultades, sabía que su vida estaba a punto de cambiar:

 

“Al principio descarté la ayuda porque al yo estar en Colombia no sería fácil costear el viaje hasta México, pero se hizo posible gracias a un patrocinador y a Fundación Markoptic. Hoy estoy convencido de que fue la mejor decisión, porque desde que recibí la prótesis, todos los cambios que he visto en mi vida han sido positivos: recuperé la confianza en mí mismo. La prótesis no solo me ha cambiado la vida a mí, sino también a mis hijas, porque hoy en día puedo llevar a cada una de la mano”.

 

 “Gracias a Markoptic, soy el hombre más feliz del mundo”

 

Wilmar describe esta experiencia como uno de los momentos más importantes y especiales de su vida, pues no solo se siente emocionado de tener su prótesis, sino feliz de haber encontrado una nueva familia:

 

“Para mí, Fundación Markoptic significa el camino a una vida mejor. Para todo el equipo y para quienes hacen posible esto solo tengo palabras de agradecimiento, porque no solo me hicieron muy feliz al darme una prótesis, me hicieron sentir en familia; espero que sigan con esta labor tan bonita por muchos años más, para que hagan felices a muchas personas más”.

 

Únete a la causa realizando tu donativo a partir de $50 en www.fundacionmarkoptic.org.mx. Si deseas más información contáctanos al teléfono 800 509 1985, o al correo info@fundacionmarkoptic.org.mx

 

 

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